No hay alternativa. Joachim Oberrauch habla acerca de las ventajas del PVC en la fabricación de ventanas.

Finstral fue pionera en fabricar ventanas de policloruro de vinilo. Hoy, 50 años más tarde, una de cada dos ventanas en Europa es de PVC. Pero Finstral va más allá: es el único fabricante de ventanas que utiliza en todos sus productos un núcleo de PVC. Siempre. Una charla con Joachim Oberrauch, directivo de Finstral.

 

 

Incluso las ventanas de aluminio o madera de Finstral tienen un núcleo con un perfil de PVC. ¿Por qué?

Joachim Oberrauch: el núcleo de la ventana es el encargado de las características funcionales: protege frente al calor, el frío, el ruido, la humedad y los ladrones. Y permite realizar un marco estético, que deja pasar mucha luz. De todos los materiales que se toman en consideración para fabricar ventanas, el PVC es el que mejor puede hacerlo. Es impermeable, estable y extraordinariamente aislante. Además se puede modelar muy bien y se puede reutilizar a la perfección: por ejemplo, solo usando PVC es posible soldar dos perfiles para garantizar esquinas estancas al aire y el agua.

 

 

¿Por qué siguen teniéndolo más difícil las ventanas de PVC que, por ejemplo, las de madera?

Cuando se elige un material se trata de conseguir la estética perfecta para el correspondiente estilo arquitectónico. Eso está muy vinculado a las emociones. Es una decisión que ha de tomar cada arquitecto y cada promotor de obra. Nosotros consideramos nuestra tarea ofrecer la mayor variedad de materiales posible, sin renunciar a nada en cuestión de función, confort o diseño. Quien desee un material concreto para sus ventanas, con nosotros lo obtendrá, pero con un núcleo de PVC. La estética es una cuestión de gusto, la calidad no.

¿Ha dudado alguna vez del PVC?

No, nunca. El PVC duro es el material de construcción más resistente que hay. Esto lo convierte en el material ideal para asegurar la perfecta funcionalidad en nuestros productos. Por el exterior, las ventanas tienen que soportar oscilaciones extremas de temperaturas e inclemencias, mientras que por el interior reina un clima relativamente estable. El PVC no solo soporta esta doble carga, sino que, al mismo tiempo, funciona como un núcleo aislante óptimo para la ventana.

Pero precisamente la calidad del PVC suele cuestionarse con frecuencia. Se dice que es poco sostenible y que contamina el medioambiente. Basta con pensar en la cantidad de plástico en los océanos. ¿Cuál es la imagen del PVC?

No se puede cometer el error de equiparar PVC de calidad con plástico barato. El PVC es muy duradero. Aun así, por desgracia, con frecuencia se utiliza para artículos de usar y tirar, como embalajes. Esto es sin duda problemático. Pero las ventanas deberían durar décadas, por lo que la durabilidad del material es una propiedad positiva. Solo podemos aprovechar de forma efectiva y respetuosa los recursos de nuestro planeta si apostamos por productos de alta calidad en vez de soluciones de compromiso de corta vida. El PVC se puede triturar y reutilizar sin problema incluso décadas después. De este modo, no solo se ahorra materia prima, sino también energía en la producción. Para poder reciclar al 100% nuestras ventanas, fabricamos nuestra propia mezcla de PVC de acuerdo con los estándares más elevados. Y construimos nuestras ventanas de modo que los materiales utilizados se pueden separar por tipos puros tras muchos años.

Entonces, ¿es cierto que su producción no genera ningún residuo de PVC?

Sí, es cierto. Hemos construido nuestros perfiles de modo que no requieren materiales de relleno o aislamientos adicionales, es decir, que no utilizamos materiales compuestos, sino PVC puro. Por eso, podemos volver a triturar los recortes procedentes de la fabricación y utilizarlos para hacer la masa de PVC. Así reciclamos sin pérdida de calidad, ya que el PVC no se deteriora. Por lo tanto, no lo consideramos un residuo, sino que sigue siendo un valioso material, que reutilizamos. Esta es una de las ventajas de encargarnos nosotros mismos del desarrollo, la extrusión y el procesamiento de los perfiles.

¿Cuáles son los criterios de calidad relevantes para un PVC de alta calidad?

Una mezcla de PVC se puede hacer, de forma semejante a una receta de comida: se puede preparar un plato con ingredientes seleccionados o ahorrar en la calidad y cantidad de los componentes. Los criterios decisivos para la calidad son, por ejemplo, resistencia a los impactos, pureza cromática y resistencia a la intemperie. El PVC hecho con mezclas pobres es frágil, no permanece estable durante mucho tiempo estando expuestas a la intemperie y se decolora con el sol. Mientras que la mayoría de los fabricantes de ventanas lo compran a otros proveedores, nosotros mezclamos y extrusionamos nosotros mismos nuestra masa de PVC, de acuerdo con nuestras propias exigencias. De forma voluntaria, dejamos que institutos independientes comprueben la calidad de nuestro PVC: de acuerdo con el sello de calidad alemán RAL y el sistema francés de control de la calidad CSTB, ya que en Francia existen otros criterios de conformidad. En ambos test conseguimos siempre los mejores resultados.

¿Siguen mejorando la receta de PVC o ya han alcanzado su punto óptimo?

Quien cree haber alcanzado lo óptimo, deja de estar abierto a lo nuevo. Conservamos nuestra curiosidad y queremos investigar qué posibilidades quedan aún. Por eso seguimos desarrollando la receta continuamente. Por un lado, técnicamente, es decir, sus propiedades mecánicas, pero también ópticamente, en cuanto a los colores y las superficies.

¿Colores y superficies? En el caso de las ventanas de PVC se suele seguir pensando en las clásicas blancas y lisas…

Nuestras ventanas más vendidas son blancas, pero casi siempre grabadas o satinadas. Incluimos estas superficies especiales en nuestro programa desde 1984, y a día de hoy siguen siendo únicas en toda Europa. Ya en la fase de extrusión, imprimimos directamente en los perfiles el grabado que imita las vetas de la madera o el satinado que le da a la superficie un aspecto elegante. De este modo desaparece el rayado típico de los perfiles de PVC lisos. El resultado es una superficie compacta y endurecida de tacto agradable con pocos microporos, que no atraen las partículas de polvo. El marco, por tanto, no solo se embellece, sino que se vuelve más fácil de cuidar.

Colorear los perfiles para revalorizar las ventanas de PVC blanco: muchos fabricantes lo hacen. ¿Es cierto que Finstral piensa diferente?

Sí, nosotros contemplamos de forma crítica la tendencia de colorear los marcos de ventana, sobre todo, si se imitan superficies de aluminio oscuras. Adherir láminas de color a los perfiles de PVC puede ser barato, pero, funcionalmente, no tiene ningún sentido. Las superficies de PVC oscuras se calientan mucho al sol y la temperatura de reblandecimiento del PVC se haya en torno a los 80° C. La probabilidad de que una ventana de PVC gris antracita se deforme de manera irreparable con los años es muy elevada. Por eso no nos unimos a esa tendencia y mantenemos una clara actitud al respecto: en Finstral, solo ofrecemos colores oscuros en los revestimientos de aluminio, que soportan temperaturas notablemente más altas. Tampoco usamos láminas de color, puesto que si la superficie del marco resulta dañada durante la larga vida de la ventana, asoma debajo el perfil blanco. En vez de eso, para tonos de colores claros, nosotros pigmentamos la masa de PVC directamente y extrusionamos de ella los perfiles completamente coloreados en masa. Pero, para ello, hace falta una receta de PVC de gran calidad, porque solo esta se puede colorear y grabar perfectamente.

¿Entonces también fabrican perfiles de PVC con aspecto madera sin usar láminas?

No, ahí me ha pillado. Para darle a nuestros marcos el típico veteado, también nosotros necesitamos láminas con aspecto de madera. Pero solo utilizamos láminas acrílicas de gran calidad, que no solo adherimos, sino que las termofusionamos directamente al perfil y después las grabamos. Además, nuestros perfiles y juntas no son blancos, sino que se colorean en el tono de marrón acorde. Al final, son esos detalles lo que marcan la diferencia.

En los años iniciales, Finstral compraba perfiles ya hechos. ¿Cuándo decidieron producirlos ustedes mismos?

A principios de los años setenta empezamos ya a diseñar nuestros propios perfiles y hacerlos extrusionar de acuerdo con nuestras ideas. Cuando nuestro proveedor de extrusiones atravesó dificultades financieras, tuvimos que elegir: ¿Buscábamos un nuevo socio o trasladábamos la producción a nuestras instalaciones? Nos decidimos por una mayor autosuficiencia y, desde 1980, lo hacemos todo nosotros, desde el granulado de PVC hasta las ventanas acabadas. Nunca nos hemos arrepentido de dar este paso. También porque así podemos impulsar las innovaciones con mucha mayor rapidez e independencia.

El núcleo funcional de la ventana es casi invisible. ¿Qué posibilidades ve para el PVC como elemento visible en la arquitectura?

El PVC tiene un lenguaje formal propio, el material en sí es muy complaciente y versátil. Con el ForRes, un material reciclado que fabricamos a base de los descartes de PVC y cáscara de arroz, hemos conseguido incluso crear una especie de aspecto vintage con un tacto natural y poroso. Precisamente esta versatilidad hace que el PVC sea tan interesante para los arquitectos y promotores de obra. Cada casa tiene su propio estilo y carácter, al igual que la gente que las diseña. Y el PVC ofrece innumerables posibilidades para ello.

¿Cómo va a evolucionar el papel del PVC en la fabricación de ventanas?

Un gran tema son los marcos estrechos, que dejan entrar más luz y resultan discretos desde el punto de vista arquitectónico. Precisamente con el PVC se puede realizar muy bien el deseo de cada vez más vidrio. Eso lo hace posible una moderna tecnología de adhesión, que une el vidrio aislante con el marco. Al mismo tiempo, con los marcos de PVC, a diferencia de con otros materiales, se obtienen siempre los máximos valores de aislamiento. Por eso creo que el PVC va a seguir desempeñando un papel importante en la fabricación de ventanas, no solo por sus grandes ventajas funcionales, sino también por sus posibilidades estéticas.